La música es un lenguaje espiritual.

Desde los tiempos antiguos, la música ha sido usaba para exaltar lo más alto, para agradecer a Dios o traduciendo del latín:

“Deo Gratias” : Rendir gracia a Dios.

Lo demuestro bien la historia de Saúl, atormentado por espiritas malos, el buscaba un músico: era su padre David, que cantaba los salmos tocando a la harpa de diez cuerdas.

Salmo significa melodía en griego.

Así el espirito malo se apartaba de él. La música opera un efecto terapéutica que restable la salud mental, efecto que impacta todo el cuerpo. Cuando hay música divina el espirito malo se va. Los efectos inmediatas son gran alivio. Lo que afecta a la menta y el alma repercuta a todo el cuerpo. No era tanto las letras de los salmos que aliviaba la mente de Saúl, era las notas de la harpa. Cantar los salmos con un instrumento de cuerdas, produce un estado de ánimo contento, feliz, hacia el deleite.

Así como un mensaje verbal o de texto transmite idea y pensamiento, la música transmite filosofía, buena o mala.

La música llego al corazón de David, el transmutaba su filosofía por medio de los salmos acompañada de su instrumento de cuerdas.

Este mensaje de vida puede exprimir amor o rebeldía. Es la misma filosofía de los extremos, de la vida y alimentación acida o alcalina, del yin y del yang, en el mundo de enseñanza de la medicina china.

La música puede también influenciar la mente hacia el mal, inducir a la rebeldía, la perversión. La música actual que se toca en la grande mayoría de las iglesias cristianas en general, es música chiklett, mucha mastica, no alimenta. El alto volumen del sonido es similar a la de una discoteca y la manera de vestirse de la juventud o público en general demuestra la vulgaridad y la degradación de nuestra sociedad. Estos ritmos son el triste reflejo de la mayoría de la música que se escucha en las ondas radiales del mundo o del Internet. Los efectos degradantes impactan cada fibra del cuerpo. Estos ritmos, algunas llegan a ser satánicos, induce la gente al consumo de drogas, alcohol, nicotina, generando adicción y perversión hasta la muerte.

En el cerebro, produce una inversión cerebral, es decir una inversión de los valores: el hombre deseo el mal y rechaza el bien.

El piano, instrumento de cuerdas, restablece los hemisferios del cerebro, tocando las dos llaves, simultaneó, abriendo las puertas, en lindas armonías, de un “todo melódico”.

La gran mayoría de la música actual es dedicada a promover el hedonismo, el placer del dios Edom. Esa música está relacionada a las más bajas pasiones del hombre, orquestado de manera superba por el ángel caído Satán, el padre de las mentiras, cual propósito es únicamente dedicado a hacer el mal. La música impacta tanto a las emociones que Satán usa ese medio para ganar su batalla: que la música se atribute a él y no a Dios. Lucifer, ante de su caída, era músico en el mundo celeste. Ezequiel 28 13.

Al estudiar las danzas desde los tiempos antigua hasta ahora, nos dados cuentas que los bailes de la música medieval y barroca, ritmada por la flauta, el canto, el clavecín, la viola, eran zarabandas, gigas y gavotas.

Los bailes actuales, hasta el extremo degradante de los sonidos reggaetón, rap y tecno, demuestra la gravedad de la decadencia de la sociedad moderna. Estos ritmos induce al consumo exceso de alcohol, drogas, destruyen el gusto musical, es el camino para el infierno.

Nuestro cuerpo y mente tiene que ser dedicado a Dios, a Cristo Jesùs, llamado Yashua, en su vida terrestre: Dios mismo que se hizo hombre y a su Espíritu Santo.

La música tiene que ser bíblica, recibir el “sello divino”, la aprobación del Dios. La música sacra y los canticos son autopistas entre la tierra y el cielo!

Yo, como simple viajero músico, cristiano, soltero y vegano en América, conduciendo ese casa motorizada, larga y pesada, del norte hacia el extremo sud, no acepto el moldo de la sociedad actual y lo combate. Es el humilde propósito de Musica Dominus:

Tocar y ensenar la música antigua por medio de oraciones, de lecturas y explicaciones de los salmos del rey y músico David.

Viajo y vivo gracias al cariño y la hospitalidad de la gente, a sus donaciones y contribuciones, en dinero efectivo, por cuenta bancaria, hortalizas y en víveres!

Laus tibi, Domine, rex aeternae gloriae.

Gloria a vos, Señor, rey de gloria eterna.